Deuda pública que supera el PIB y Guardia Civil a la que le falta de casi todo

Alguien dirá, faltar a la Guardia Civil, lo que se dice faltar no será para tanto, pues sí que lo es.

Todo son penas en este país, y sino mejor dicho todo son quejas, y siempre hay un culpable, el Estado en el caso de la Administración central, las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos en el ámbito de las Comunidades y municipios.

El desequilibrio o el arrastre crónico de la Deuda Pública heredada en años pasados de anteriores Gobiernos, junto a cada vez más, el número de personas que con más o menos renta dependen de los presupuestos del Estado, o mejor dicho del Erario Público, están llevando a nuestro país a la parálisis, sin entrar en factores internos o externos que condicionan la actividad económica, lo cierto es que el Estado y sus Administraciones además de gestores de servicios, son empleadores o garantes de rentas.

Todo el mundo pide, todo el mundo está mal, y otros que por ser empresarios parecería que no piden, también lo hacen, no ya para conseguir rebajas de cargas impositivas, sino para que se apoye su actividad económica.

Con esto, si un Gobierno central, y 17 Gobiernos de Comunidades Autónomas, más 2 de Ciudades Autónomas, más miles de Municipios, cada uno por su parte, no hacen por maximizar el presupuesto, gestionando de tal manera que con el mismo dinero se consiga más beneficio para la sociedad, o para dar el mismo servicio a menor coste, seguirán los escapes de dinero. Que los hay que piensan que con meter el dinero en el circuito de la económica ya es suficiente, porque alguien ganará y al tiempo gastará para el mantenimiento de los niveles de puestos de trabajo, pero ello no es así.

La Guardia Civil que con sus más de 80.000 efectivos, sea más o menos un número racional a razón del trabajo que desempeña, -cada vez más-, se viene quejando, como siempre, de que le faltan medios para trabajar, y cuando dicen eso se están refiriendo a vehículos con un mínimo de dignidad y en buen estado, suficientes, para prestar servicios de patrulla o de investigación.

Vehículos, algunos, que nos dicen, tienen un límite de 500 kilómetros al año, por ser de renting, y por eso los tienen adjudicados para uso exclusivo los Oficiales, mientras para prestar servicio de patrulla, y no de vigilancia a las patrullas, que es para lo que los usan el mayor tiempo, estos mandos, los guardias civiles acuden a las llamadas de avisos de los ciudadanos, o los investigadores de estos delitos que ellos denuncian, con vehículos, que además de viejos y con centenares de miles de kilómetros, escasean, o no los hay por averías, en determinados momentos en determinadas Unidades que. se ven en la necesidad de pedírselos a otras

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que en lo económico y medios depende de la Dirección General de Tráfico y no de la Dirección General de la Guardia Civil, que desde siempre se ha distinguido por tener más y mejores medios que la Guardia Civil común, tampoco lo está pasando bien, pues hay guardias civiles que no pueden hacer uso de la motocicleta porque no tienen cascos asignados, ni chalecos de protección ante un accidente, y a pesar del riesgo y sacrificio que supone prestar servicio en las carreteras y vías de comunicación, tampoco se les ha retribuido por este motivo, aunque a la Jefatura de Tráfico siempre le gustó distinguir a estos agentes económicamente.

No hay más dinero para la Guardia Civil, más del que se emplea actualmente para sobrevivir, cada vez en peor situación, y entonces como ciudadanos los guardias civiles, que queremos a nuestro país, y que nos sacrificaríamos si supiéramos que con lo que se ahorran con nosotros, otros no lo gastaran para su bien, o lo derrocharán, analizamos el panorama económico, y también ejercemos la crítica, que por ello no quebrantamos la neutralidad política, ni somos indisciplinados.

Cuando todos los Gobiernos siguen y siguen, legislatura tras legislatura, sin abordar el problema del despliegue territorial de la Guardia Civil, esto es, número de dependencias que deben permanecer abiertas al público, en determinados municipios, con un número idóneo de efectivos, y el estado en el que deben estar las dependencias de atención al ciudadano, vemos como hasta la Administración de la Unión Europea derrocha y tira el dinero, en proyectos que se le ofrecen por las distintas naciones que la componen, para, -se nos dice-, la sostenibilidad, la eficiencia energética de vetustos edificios, que no dejaran de serlo, por mucho que se tire el dinero en esos defectuosos proyectos, en lugar de construir de nueva planta al mismo precio, o actúa distribuyendo ese dinero no sólo para determinados cuarteles, en perjuicio de otra mayoría de ellos, como siempre suele ocurrir, y nos asombra que eso que es lo común en España, lo sea también en la Unión Europea.

En esa Unión Europea que parece liderada por dos países, Alemania y Francia, resulta que por parte de Francia se ponen trabajas a nuestro país para facilitar el gas a Alemania, porque Francia sabe que España liderará con el hidrógeno el futuro energético de Europa, y por eso no quiere facilitar el paso del gaseoducto.

España podría ser la nueva Arabia Saudí del petróleo, pero con la producción de hidrógeno, que será el carburante del futuro inmediato, con él funcionaran los motores eléctricos de los vehículos, en lugar de gasolina, y de todas aquellas industrias que necesiten electricidad.

Francia sigue teniendo ese complejo de superioridad sobre España, porque desgraciadamente muchos españoles huyendo de la Guerra Civil y del Régimen Autoritario de Franco, para salvar sus vidas, engrandecieron al vecino país donde escaparon, y todavía no quieren reconocer que España en muchos aspectos la supera, y posiblemente la superará en muchos más, por su acertada apuesta por las nuevas fuentes energéticas.

Lo dicho, a los que nos gobiernan, que sabemos no lo tienen nada fácil, que por favor, maximicen el uso de presupuesto, e inviertan en la Guardia Civil, pero no tirando el dinero en cuarteles viejos, sino construyéndolos nuevos, sólo así serán verdaderamente eficientes energéticamente, porque todo lo demás es tirar dinero, que porque venga de Europa, no deja de ser de todos, también de los españoles.

Y a la Unión Europea, que lo sea de verdad, -unión-, y por lejanos que estén los administrados de su Gobierno plus central, no tiren el dinero en proyectos que dan vergüenza, no por el fin, sino por la forma.

 

Redacción ASIGC