El camino que parece más corto, no es en la mayoría de casos el más exitoso, y el menos costoso, ni en vidas, ni económicamente.
Los israelitas representados por su presidente, deberían aprender de la Guardia Civil en su lucha contra ETA, aunque no son iguales las sociedades en uno y otro caso, lo cierto es que se puede combatir a un grupo terrorista y reducirlo a la nada, con el respeto de los derechos humanos, y haciendo uso de la democracia, aunque no sea el camino más corto, puede ser el único eficaz.
Matar moscas a cañonazos, es lo que está haciendo Israel respecto a HAMAS, grupo terrorista, con causa o sin causa, no es el camino de la matanza el que lleva a la libertad, aunque en un escenario de fuerza tan desequilibrado, las comparaciones no sean de lo más acertado.
Cómo extirpar a un grupo terrorista como HAMAS de una sociedad sin aniquilarla, es harto difícil, pero el desprecio con el que se actúa por parte de Israel, ante la vida de personas, de distintas edades y género, no tiene parangón.
Ya hace mucho tiempo que Israel debía haber negociado la salida de rehenes, y que incluso los terroristas abandonaran el país, pues para darles caza en cualquier parte del mundo, o incluso dentro de la propia sociedad palestina, con la ayuda de los propios palestinos, -de no haber empleado esa fuerza indiscriminada-, Israel se basta y se sobra, más con la ayuda internacional.
Poca paciencia y mucho desprecio a la vida ha demostrado el presidente y su gobierno, de esta nación milenaria, esparcida por la faz de la tierra, madre de las religiones monoteístas, cuando opta por llevarse por delante a cualquier persona sin miramientos, si entre ellos hay un terrorista, o la posibilidad de haberlo.
No parecen tenerlo claro todavía en Israel, empero, han destapado la caja de los truenos, pues lo que está por venir, no les va a gustar, -y no hablamos de ataques militares, sino de reacciones políticas en el mundo- pero será lo justo a razón de su respuesta tan desproporcionada e inhumana.
Y es que un pueblo tan inteligente y capacitado, al que todos debemos mucho, que ha sobrevivido a lo largo de la historia y de países, tan brutalmente masacrado por el nazismo, se ha salido de madre.