Nueva legislatura, y… ¿qué le espera a la guardia civil?

Tras conocer el resultado electoral, resulta previsible que el Gobierno PSOE + SUMAR junto con el apoyo de los partidos nacionalistas de izquierdas o de derechas, vulgarmente llamados independentistas, o siéndolo, identificándose con ese calificativo, seguirán gobernando nuestro país, el país de todos, a día de la fecha.

Cabe preguntarse qué pasará con la Guardia Civil, y no hablo ya de la salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra, de una Comunidad Foral histórica, que parece totalmente asumido, incluso por los guardias civiles, algunos esperando pasar a la Policía Foral, sino de la Guardia Civil desplegada todavía por todo el territorio nacional, con más o menos competencias, pero todavía presente, aunque de forma menos relevante, desde hace ya varias décadas, precisamente en las Comunidades donde las fuerzas nacionalistas tienen una gran representación, y constituyen la mayoría, o una representación cercana a la mayoría.

La Constitución reconoció esa pluralidad de los españoles, pero eso sí, bajo la premisa de la indivisibilidad, esto es, adminístrense en cada Comunidad, con su presupuesto, con sus competencias, hagan de acuerdo a lo que ustedes consideren necesario, pero salvando cualquier forma de segregación.

Y, es que por poco que se contribuya en el proyecto común que es España, -ante Europa principalmente-, el mapa de España debe seguir siendo el mismo, salvo que una mayoría de la totalidad de españoles, nada menos que 2/3, deseen cambiar la Constitución, y abrir la posibilidad, mediante un referéndum, de segregación territorial.

Siendo la Guardia Civil el Cuerpo de Policía más numeroso y con más competencias, -eso sí, sometido a disciplina militar, mal que no lo queramos la mayoría en esta Institución-, ¿qué porvenir nos depara la próxima legislatura? No me refiero precisamente, respecto a nuestra existencia, que puede ir decreciendo, más que creciendo, pues la tendencia es descentralizar, aunque la seguridad nacional sea competencia exclusiva del Estado, este no ha tenido inconveniente en transferirla, empezando en su día por el Gobierno del Partido Popular que lo negoció en Cataluña con CIU, y en lo que nosotros no vamos a entrar.

Han pasado ya más de 40 años de aquellos golpes de Estado, pues hubo una tentativa previa al 23-F, protagonizados por determinados y concretos jefes de la Guardia Civil, que se ofrecieron a determinados altos mandos del Ejército, sin entrar a si tenían o no tenían motivo de queja, que seguro sí lo tenían, pero no por ello podían atentar, ya en esos momentos, contra el orden constitucionalmente establecido.

Y coincidiendo con ello recuerdo a catalanes decir que los ciudadanos sabían que si alguien podía secuestrar la democracia a los españoles, era la Guardia Civil. Un poco desmedida dicha conclusión, pero hay que recordar que en aquellos tiempos nuestra Institución estaba mucho más presente en la sociedad, incluida la catalana.

Y seguimos pensando, si realmente se nos quiere o no se nos quiere, como ahora o cambiados, o dónde se nos quiere, ¿bajo qué condiciones nos quieren?, esto es, con salarios por debajo de otros Cuerpos de Policía, incluso Locales, con vehículos viejos, contaminantes, costosos por los numerosos arreglos, inseguros e insalubres en algunos casos.

Si el modelo de casa cuartel se va a mantener, pero sin invertir nada en los domicilios cedidos por el Estado a los guardias civiles, con la obligación de arreglarse o acondicionarse ellos, a su cargo, los vetustos pabellones.

Si se van a construir nuevos cuarteles, nuevas dependencias para que el público sea atendido, con una mínima dignidad, y no como ahora en la mayoría de casos, en dependencias de post guerra, parcheadas, que dan vergüenza y hasta asco, incluso por el olor a mierda que por las cañerías de los pisos de encima, o de las propias de las dependencias, pueden olerse fétidamente por los ciudadanos. Porque los guardias civiles acostumbrados a cualquier forma de vida o de trabajo, que para eso son militares, dirán algunos, que lo soporten.

Medios para trabajar en las oficinas, que además de tener en algunos casos impresoras de más de 20 años, o escáner que hay que ayudarlos a mano para que escaneen, también son escasos para trabajar varios a la vez.

Nos cansaremos de decirlo, y como dicen otros, te irás, y todo seguirá igual, por más que solicites, es como sermonear en un desierto.

Llega el momento, que el Gobierno, con fondos europeos, y del Estado, o donde pueda conseguirlos, se plantee muy seriamente los cambios necesarios en la Guardia Civil, que realmente la modernice en instalaciones, medios de transporte, medios para su administración, y uniformidad.

¿Para qué ir parcheando en obras?, que como se ha judicializado se deduce, algunas de ellas defectuosas, porque el dinero no iba en su totalidad para cumplirlas, sino que había comisionistas.

Hay que hacer cuarteles nuevos, en donde haya que hacerlos, y que sean lo suficientemente ambiciosas las obras para satisfacer las necesidades de los ciudadanos durante muchas décadas.

Crear estructuras organizativas, en número de agentes, que hagan que la Guardia Civil preste sin deficiencias un servicio permanente a los ciudadanos, y no precisamente cargando la responsabilidad en los guardias civiles que sin medios, ni disponibilidad de tiempo, se les requiere hagan lo que no pueden, esto es, dar un servicio al ciudadano sin defectos, cuando hay falta de personal, y aun lográndose la mayoría de veces, sigue siendo defectuoso el servicio, si no nos vamos a exigir lo máximo posible, para salvar vidas incluso.